Al ritmo de The Strokes y su Reptilia andando por el gélido Madrid castizo, ese Madrid de chulapos, el Madrid de Chamberi, que está lleno de sorpresas como una de las tiendecitas que guarda tesoros dentro de ella... me disponia a entrar y vi una de las fotos antíguas que me recordaban a lo más indie y rebelde de mi ser, ese chico incomformista, ese chico que preguntaba la razón de todo, que luchaba por todo sin cansarse... ese adolescente que ahora ha madurado... pero... no soy un rebelde soy un luchador nato.Lucho por ella, por no perderla y por mejorarme cada día... pero no es fácil.
Amores... de otras épocas
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