Son los acordes de esa guitarra los que acompañados de un gin tonic, cuando mi musa está a más de dos metros me siento frágil y adicto a su recuerdo, pero necesito desaparecer para no hacerla daño.... voy a saltar al precipicio de espaldas y ya estoy en el borde para prepararme....
Últimas palabras (para L.M.) gracias y te mereces algo mejor. Te amaré.
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