Una simple mirada es suficiente para saber que necesitamos besar al otro; el instante previo al roce de nuestros labios y al posterior abrazo, ver como la piel pasa a ser piel de gallina, como se acelera el corazón y que tras el beso sentimos que nuestros pies se despegan del suelo.
Una sensación mágica que quiero experimentar muchas más veces y siempre que tu seas la causante porque tu eres L.M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario