19 mar 2012

cuando una mirada es suficiente

Son las 11 de la mañana, el sol ilumina el cuarto de J, la resaca y  el dolor de cabeza se entremezclan con la sensación de no saber como ha terminado en su cama con ese olor a whisky barato cuando el solo bebe ginebra, mira su teléfono, cinco mensajes y dos llamadas perdidas, pero destaca uno...  "te veo a las doce, la charla de anoche en tu casa me hizo pensar en todo y te amo más que ayer".

Instintivamente puso su teléfono a cargar, se va a la ducha, mientras escucha ese disco de Ryan Bingham, al salir de la ducha se pone su camisa, su americana los pantalones y los zapatos, las ray ban antiguas y mientras sigue escuchando a los músicos olvidados, va a esa terraza donde ha quedado con su amada musa, al verse los dos empiezan a charlar sobre la noche de ayer, los besos se entremezclan con abrazos y miradas, tras comer unas pizzas por el centro se dirigen a la casa de ella donde con una copa vuelven a charlar del futuro, terminan en la cama... se para el tiempo.


L.M. ese puede ser nuestro futuro.

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