Todo se ha transmutado, todo es pesimismo puro dado que voy dando bandazos por el acantilado de la destrucción más compasiva... todo se hace al contrario de lo que debería... no me quedan fuerzas...
Solo las tardes de té me hacen sentirme mejor y ahora son muy cortas y quiero más y mejores... L.M. empieza a ser una constante que no quiero perder pero... lucha por desaparecer al precio que sea... yo me resisto pero su indiferencia me destroza y encuentro un pasado mejor.... que espero que sea un presente... recuerdo esas charlas interminables...
Las recuerdo y agradezco.... LAS NECESITO.
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